Comenzaba el invierno,
trayendo consigo,
su primera llovizna,
trayendo consigo,
su primera llovizna,
blanca y ligera,
dejando detrás,
el agotador verano,
tú y yo,
juntos en el lecho,
unidos piel con piel,
sintiendo fluir,
la sangre caliente.
Mientras tus manos,
entrelazan mi cabello
acariciando mi cuerpo,
las mías,
se pierden suavemente,
acariciando el tuyo,
nuestros labios se unen,
en prolongados besos,
tanteando con cuidado,
los detalles cercanos,
de nuestros rostros.
Fusionados los dos,
moldeando nuestras caderas,
en suaves movimientos,
sollozando quejidos,
musitando palabras sensuales,
con una obscenidad de gloria,
en un vaivén dual,
de mutuos sentimientos.
de mutuos sentimientos.
Cayendo la tarde
la lluvia blanca,
golpea nuestra ventana,
integrándose,
a la pieza pieza musical,
de tonadas suaves,
acompañando el vaivén,
de las caderas,
en su entrelazado ajetreo.
Balanceo suave,
junto a labios que gimen
Balanceo suave,
junto a labios que gimen
y se unen,
entre manos que acarician
entre manos que acarician
y se pierden
en el meser inusitado,
de vientres que galopan.
Cae fuerte la lluvia,
huele a tierra mojada,
dulce vaivén que acelera,
presta a sembrar su simiente,
aminora la lluvia blanca,
en el meser inusitado,
de vientres que galopan.
Cae fuerte la lluvia,
huele a tierra mojada,
dulce vaivén que acelera,
presta a sembrar su simiente,
aminora la lluvia blanca,
regresa la calma,
entre caderas
entre caderas
y caricias.
..NDM.