Comenzamos a andar,
llevando en el pecho,
la llave de ilusiones personal,
que debiera abrir la puerta,
de incontables trayectos
al no encontrarla,
se abre paso,
la incertidumbre del presente.
Caminas y caminas
y las puertas continuan cerradas,
a cal y canto,
así regresas nuevamente,
al punto de partida,
agotada, sedienta, decepcionada,
sin ánimo alguno,
con la esperanza truncada,
para emprender al día siguiente,
el mismo recorrido.
No encuentras puertas abiertas,
en el camino,
están todas cerradas,
a cal y canto.
Juntando,
perseverancia e insistencia,
encoentrarás unas pocas,
puertas entre abiertas,
que solo son pura apariencia,
donde alcanzas a divisar,
la melena,
de alguien sin nombre,
dirigiendo su mirada y atención,
a su pantalla portátil,
le hablas pacientemente,
no te mira, no te escucha, no se inmuta,
solo activa su mecanismo,
como robot programado,
moviendo su cabeza negativamente..
No hay nada que indigne más,
que aguantar un robot humano caduco,
creyendo ser de alto standing,
creyendo ser de alto standing,
pobre infeliz robot humano,
no se percata,
que será sustituido,
por otro humanoide recomendado,
igual de inepto y manipulable,
Aterrizando de su alto vuelo,
empezará su angustioso recorrido,
la llave colgada en su pecho,
encontrará las puertas cerradas,
perdiendo la estabilidad,
que creía segura,
conocerá la incertidumbre
y desalentador salto en el píloro,
comenzará a padecer,
los insomnios que causa la buroracia.
Solamente le diría,
le comprendo,
aunque no me apena,
¡sabes!,
olvidaste;
que aquellos,
sentados frente tuyo,
en necesidad de auxilio
y soluciones,
eran padres, hijos, tíos, nietos,
abuelos de alguien,
integrantes,
de la sociedad en que vives,
no alenígenas a tu vista,
y tú, idiota,
tampoco eres un robot,
sino,
un jodido burócrata sustituible!.
Repica el despertador al alba
debes hacer trámites importantes,
necesitas tanta documentación insólita,
necesitas tanta documentación insólita,
cita previa, horas de espera,
el autómata burocráta,
el autómata burocráta,
desde su mediocre e incómodo buró,
sigue imbuido en su ordenador,
le entregas por fin,
le entregas por fin,
lo documetnación solicitada
y con cara de pedo atravesado,
¡te dice!, ya se le avisará;
y con cara de pedo atravesado,
¡te dice!, ya se le avisará;
así funciona la burocracia,
puro papeleo mediático,
hasta para el entierro.
Cuán jodida es la burocracia,
que nunca termina,
a pesar de tanto desarrollo,
gobiernos y políticos,
gobiernos y políticos,
pregonan arreglar el mundo,
al final es más de lo mismo,
una porquería que dura siglos;
Burócratas mediáticos.
de mala educación y pésima imagen,
ahogados en desconocimiento,
ignorancia, ineptitud,
los que más nos cabrean,
ellos,
son el jurado que nos castiga,
al que nos enfrentamos a diario.
Pobres,
Pobres,
no se percatan,
que tienen que soportar,
como robots de hojalata,
la enredadera de espinas burocráticas,
por un mísero e injusto salario,
mientras que su lugar,
pende de un hilo fino
y para mantenerlo,
deben lamer muchas botas,
realmente lo entiendo,
realmente lo entiendo,
es el pan de casa,
aunque no los comprendo,
pues son los intermediarios,
recibiendo a sus semejantes,
que también tienen que llevar pan a casa.
Entonces,
Entonces,
¿me preguntó?que tanto cuesta,
levantar la cabeza, prestar atención,
tener un poco de empatía
y ética profesional,
de qué te sirve tu menosprecio,
robot de hojalata,
apoltronado en buró tambaleante,
si no eres imprescindible,
sino un humano sustituible,
un jodido destronado,
si el que viene detrás , tiene padrino, cae mejor o tiene una buena recomendación ...
Pensándolo bien,
Pensándolo bien,
quiero tener insomnio,
de esos que te hacen sentir a gusto,
de los que no te quitan ni lo bailado,
porque estos que vivimos muchos a diario,
por la porquería sociedad que nos involucra,
son unas jodidas pesadillas,
en las que empiezas a contar ovejas
y no terminas nunca,
hasta que la copa se desborda y terminas,
mandando a alguien a la puñeta como mínimo,
literalmente hablando.
.NDM.