Cada vida es una historia, por tanto el sendero de la esperanza es el sentimiento, la aspiración, el derecho del que no debemos privarnos, si confías en ti, sonríes y te levantas aunque te cueste, ya vas caminando con el poder de la esperanza que crees y forjas
Es inadmisible, permanecer impasible ante un ser que arrima a nuestra vera en busca de auxilio, hundido, en un profundo abismo, porque se cree en un callejón sin salida, ver correr sus lágrimas por verse sumido durante años al maltrato, las adicciones y a la indiferencia, sin pensarlo y sin dilación alguna, ¡le increpo!, de manera afectuosa, si quieres mi mano presta atención.
¡Escucha a tu cuerpo!, que quiere expresarse y a tu mente que debe aclararse.
Llegó para ti el momento de percatarte del tiempo perdido, de tanta ignorancia consumida, del mal vivir, llegó el final de justificarse por los tropiezos cometidos, has superado tus vicios y en tu presente tienes una razón para cambiar.
La vida te ha dado una nueva oportunidad, una pronta esperanza, se ha engendrado en tu vientre, un nuevo ser, que reclama total atención, amor, cuidados, que te reclama a voces con los cambios de tu cuerpo.
¡Soy nueva vida, en tu vida!, soy la causa para comenzar de nuevo, soy tu esperanza, estoy creciendo dentro de ti y te necesito, ¡yo vengo a salvarte!, deja atrás la frustración, olvida las secuelas que marcaron tu pecaminoso pasado durante tanto tiempo, si tienes dudas, coloca tus manos en tu vientre, cierra tus ojos concéntrate, escucha, sentirás cómo fluye la savia en ti, como crece el presente de muchas estaciones.
Aún no nos vemos, pero te siento y me sientes, nos une la sangre que emana de ti y me nutre por el cordón umbilical que nos entrelaza, que ni siquiera la muerte separa. ¡Sí!, quién mejor que yo, pronta flor del árbol de tu vida, tu nueva esperanza, para que luches, ya no estás sola, seremos madre e hija, para enfrentar el mundo, ya nada justifica el pasado, ahora tienes un presente.
Nos queda un largo trayecto, aún no he visto la luz, pero pronto abriré mis ojos, escucharás mi llanto, tendrás que ser fuerte, pues sentiré hambre y frío, tendrás noches de insmonio, te tocará darme abrigo, así como saciar mi pequeño pero constante apetito, seré frágil, me protegerás con el manto de tu cuerpo, me cantarás nanas, me ayudarás a crecer, cuidarás de mi, serás mi protectora, mi mejor guía, después con los años, nos cuidaremos ambas, no te preocupes madre, no te abandonaré nunca, porque soy la vida que crece en tus entrañas.
Ya no te conduelas de ti misma, puesto que a pesar de tus difíciles circunstancias, tú decidiste tomar el camino que elegiste y creíste más fácil, por tanto, debes asumir tus responsabilidades, sin culpar a nadie por tu desempeño, no quiero escuchar más, desde mi pequeño ovillo dentro de tu vientre, lamentaciones ni lástima para contigo misma, tus acordes desafinados nos perjudican, causando inquietud, en nuestro estado flotante y vulnerable.
Sonríe, deja que el viento toque tu cara mirando adelante, nada borra lo hecho, recibe de ello la experiencia, corrige los errores.
Tus pasos y decisiones a partir de ahora, serán determinantes en mi futuro advenimiento,
recuerda que el fruto del amor creado, será tu salvación y la mía, para vivir una vida, de paz, amor y armonía de nuevos acordes, pues las campanas madre sonarán de júbilo cuando las dos caminemos tomadas de la mano.
Así que;
Cuando sientas duda, toca tu vientre, siente los latidos de mi corazón en ti y continúa, trabaja, esfuérzate y espera mi llegada, valórate doblemente, por ser mujer, madre y mejor persona, da gracias a la vida, camina erguida por ella.
Después de escuchar el mensaje de vida que le envía el nuevo ser que crece y se forma unida a su cuerpo , alza su mirada con estupor, asombrada por todo lo que ha percibido, sin darle oportunidad a que diga nada, le digo, te das cuenta de la suerte que tienes ¡MUJER!, la vida está llena de oportunidades que no debemos permitirnos desaprovechar, por esto debes llenarte de firmeza, todo saldrá bien.
Le miro detenidamente, le veo desorientada, pero estoy segura que ha recibido el mensaje de esa pequeña vida que se forma dentro de su bolsa amniótica.
Te diré algo, recuerda, que la sociedad en la que vivimos, estará pronta a señalar con el puntero de la injusticia e incomprensión, pues nunca miran en el interior de sus frágiles moradas.
¿Porqué me ayudas, sonrío, al escuchar su pregunta, le respondo la razón es sencilla..
Así soy, no acostumbro negar un abrazo o un apreton a esconder mis manos, además vivo en una frágil morada donde comienzo a ver sus grietas y siempre creí que estaban bien selladas y apuntaladas.
Entonces mujer, has escuchado al ser que esperas, te habló claramente, con cada latido de su corazón, con cada patadita dada, con cada movimiento realizado en la pequeña bolsa flotante en la que espera y habita dentro de tu vientre, hasta que su luz haga presencia.
Ahora, te dejo, tocan a mi puerta nuevamente, pronto nos veremos, todo habrá cambiado, el sendero de la certidumbre, se abre a tu paso. ¡Pronto se harán las candilejas!..
