La impotencia, la incertidumbre, puede causarnos gran desasosiego, al punto de desbordar nuestra psiquis, siendo capaz de llevarnos al límite, sobre todo cuando te sientes o te crees en un callejón sin salida.
Vivimos en un mundo complicado, donde se crece una sociedad mediocre, egoísta, corrupta y llena de podredumbre.
El dinero, es el único amigo que tiene el hombre, es el papel de colores, caras, escudos y cuños, que da el poder y control de todo lo que se quiere disponer.
Por ende, este conjunto de "DINERO & PODER", conlleva, "AL CONTROL", utilizado para exterminar, derrocar, controlar, manipular o eliminar al globo terráqueo con sus convivientes, un conjunto dominado por una minoría capaz de succionar por completo a una mayoría que cada día se encuentra más desprotegida.
Este conjunto de tres, pocas veces es empleado para favorecer las causas justas de cualquier índole.
Los poderosos de rostro engreído miran a su plebe por encima del hombro y ven en ellos a los nuevos lacayos del siglo XXI, lo que no recuerdan, que antaño y por siglos, la plebe se sublevó y no se rindió, que los presuntos lacayos de hoy a pesar de las represalias, son lobos que solo deben unirse en una sola manada y enfrentar a quiénes por supremacía quieren amordazar la palabra y enjaular los derechos.
"AQUÉL QUE NO SE IMPLICA Y MANIFIESTA, YA HA SIDO VENCIDO EN CUALQUIERA DE SUS BATALLAS".
Lo peor que puede tener un sistema, una sociedad, es un gobierno corrupto y endeble, respondiendo a intereses de multinacionales y personajes de guante blanco, son estos los que realmente mueven los hilos en todas las sociedades, son esa minoría que posee el cien por ciento del dinero que circula a nivel mundial y son los dueños absolutos de las mayores riquezas del planeta, a estos personajes jamás le vemos el rostro, son desconocidos para las clases sociales sin medios ni recursos.
La explotación entre unos y otros, forma parte desde hace siglos de la historia universal, lo más lamentable es que así seguirá siendo hasta el cambio de ciclo de la humanidad, de la tierra, pues los cambios del universo son imparables, todos los seres vivos, estamos ligados, unidos a estos cambios, surgiremos y desaparecemos al compás del movimiento de la tierra, de sus mares, sus glaciares, su naturaleza, sin embargo no creo que la mentalidad humana tenga cambios relevantes con estos movimientos, porqué somos irrelevantes, pequeños, escasos, escépticos a todos los niveles, por tanto somos cobayas de los cambios.
No estamos hechos a la semejanza de *nada ni de nadie*, somos la semejanza de nuestra alma, de nuestro karma, de nuestra cultura, de nuestros pensamientos y valores, de nuestra codicia, nuestra ignorancia, estamos conectados por un chip en nuestro sentido auditivo, que llega a nuestro cerebro y lo procesamos acorde a nuestras capacidades psicológicas, a ese coeficiente de inteligencia que varía entre unos y otros, sin embargo nos define en la selva de los humanos.
Asentimos, aceptamos, obedecemos, cumplimos y somos guiados, dominados por aquellos que además de su poderío, son capaces de influenciar y superarnos en astucia.
En mayoría, seguimos una doctrina, una religión, una conducta, una secta, un sistema o una ideología, creemos al orador, porque somos altamente influenciables, carecemos de ideales y convicciones propias, teniendo además total desconocimiento de las causas que nos motivan, de las referencias históricas, sus significados, sus razones, navegamos en contra o a favor de la corriente, seguimos y escuchamos al líder, dejándonos convencer en su oratoria por las minucias que anuncia y promete, confiando en que obtendremos utilidades y beneficios.
Preferimos aceptar, ver el cielo del mismo color, aunque tengamos la duda, que es de otro, incluso, mirándolo con nuestros propios ojos, somos amantes del masoquismo, la hipocresía y de la sumisión, siempre que está nos reporte provecho y la porquería salpique otros.
Seguimos con esperanza al nuevo "PROMETEO", culpando al anterior de las consecuencias negativas que causó, continúaremos atados a cadenas mentales de nuevas y dudosas oratorias.
"SOMOS LOS CULPABLES, DE NUESTRA FALTA DE RAZONAMIENTO".
"ES DETESTABLE Y VERGONZOSO, EL INSULTO A LA INTELIGENCIA, LA MENTIRA COMPULSIVA, GUIADA POR LA MEDIOCRIDAD DE LA PERSONALIDAD".
NDM.