Padre, te agradezco por escuchar, por proteger, por entregar tu luz, gracias por poder compartir contigo los pensamientos, los sueños, las esperanzas.
Gracias por escuchar cada plegaria y limpiar tantas lágrimas, gracias por cada alegría y muestra de fe, mi amado babalú, que tanto bien haces y verdades muestras, al contemplar tu figura, se siente ternura y paz infinita.
Padre, se percibe el dolor de tus llagas, la inflamación de tus piernas, el cansancio que agobia, el peso en tu espalda, el difíicil andar, cuán apretado el pecho por tanto dolor ajeno y el propio, acaso no es todo eso, el padecer humano, sin embargo padre querido, siempre estás ahí, en el camino de tus hijos y de todos aquellos que acuden en tu auxilio, aliviando su carga, sanando sus cuerpos, aclarando sus mentes.
¡Si!, siento tu compañía, siento cuando eres el intermediario entre el bien y el mal, cuando tus manos actúan y tu voz me susurra, te venero padre, te respeto y te amo, por estar siempre conmigo, por sacarme de cada momento oscuro, por hacerme sentir de manera intuitiva el rumbo que debo tomar, aunque haya mil madejas que desenredar, aunque largo y tortuoso sea el camino, siempre se hará luz al final de la vereda, porque creo en ti.
Babalú Aye, siempre estás en la pobreza y riqueza, en la salud y enfermedad, no abandonas a nadie, solo das espacio para que sigan su rumbo, aquellos que se desvían por su propia voluntad..
Padre Lázaro, no quieres grandes promesas ni promesas imposibles, solo quieres respeto y la caridad de tus hijos con su prójimo, una hogaza de pan, un buen vino caliente es suficiente para ti, para poder seguir tu largo e infinito camino, bajo el sol, la lluvia, el frío o el viento, ese camino lleno de piedras que vas despejando para aquellos que te aclaman.
Padre Lázaro, no quieres grandes promesas ni promesas imposibles, solo quieres respeto y la caridad de tus hijos con su prójimo, una hogaza de pan, un buen vino caliente es suficiente para ti, para poder seguir tu largo e infinito camino, bajo el sol, la lluvia, el frío o el viento, ese camino lleno de piedras que vas despejando para aquellos que te aclaman.
Hay vínculos que no están destinados para todos, tú escoges a tus hijos, no ellos a ti, tú decides quiénes enviarán tus mensajes, a todos aquellos que necesiten de tu asistencia, solo los escogidos, tendrán el don de tu palabra, de tu fundamento, tu señal y testimonio.
Padre Lázaro, no me quejo, tampoco me disculpo, sin embargo reconozco por principios, que no puedo tener dos caras, acostumbro a expresar para bien o para mal lo que pienso, aunque me equivoque en ocasiones, o mis maneras no sean en momentos adecuados, pero reaccionó con el sentimiento, se me vuelve difícil callar cuando hay que decir verdades, te agradezco que me permitas decirte lo que pienso si siento que te alejas, sería hipócrita si no lo hiciera, peor aún, sería una mala hija y falsa creyente.
Babalu Aye, se que la vida es un constante reto, que cada día es una batalla y cada suceso una prueba, que debo responder por mis actos, mis palabras, acciones y decisiones, muchas veces se apodera el desconsuelo y la esperanza se resiente, entonces te preguntó.
Babalu Aye, se que la vida es un constante reto, que cada día es una batalla y cada suceso una prueba, que debo responder por mis actos, mis palabras, acciones y decisiones, muchas veces se apodera el desconsuelo y la esperanza se resiente, entonces te preguntó.
¿Dónde estás padre Lázaro?, perdona mi ira, perdona mis oscuros pensamientos, perdona mis ofensas, perdona si te falto, necesito desahogar mi congoja, para tener claridad y no dejarme llevar por el poder de la oscuridad, que es fuerte y difícil de enfrentar..
Padre misericordioso, mi camino en ocasiones es incorrecto y duras las salidas a la supervivencia, las soluciones lejanas, el pan nuestro de cada día, bien duro es, las razones incomprensibles cada vez más obvias, sin embargo, un guerrrero respira profundo y no se rinde..
Padre misericordioso, mi camino en ocasiones es incorrecto y duras las salidas a la supervivencia, las soluciones lejanas, el pan nuestro de cada día, bien duro es, las razones incomprensibles cada vez más obvias, sin embargo, un guerrrero respira profundo y no se rinde..
Una batalla vencida, otra que llega, el agotamiento se hace notar en cuerpo, semblante, fuerza y ánimo, no poseo tus virtudes, menos aún tus fuerzas, tú babalu aye, tienes el don, yo soy tu humilde hija, que trata de hacer lo mejor que puede, guiada por tus luces.
Necesito un cambio, para seguir ofreciendo caridad, para ser estricta al escoger y más justa al entregar, porque todos merecen oportunidad, sin embargo no todos merecen el perdón, hay árboles torcidos que jamás se alzarán para dar buena sombra, así como una falsa moneda nunca tendrá valor, perdona padre, pero así lo siento y así lo creo.
Las duras evidencias, muchas veces me superan, me dejan totalmente exhausta, cada caída duele, decepciona, haciendo tambalear la esperanza, la confianza, la fe, necesito de ti, de tu misericordia, de tu justicia, para poder transmitir tus encomiendas, pues estoy harta de bipolares, egoístas, hipócritas y yoístas, de todos esos lastimeros aquejantes de falsos infortunios, que solo ven los errores ajenos, pero no los propios.
Exhausta de tender la mano, de la vileza sin escrúpulos, de la falsedad desmedida de muchos, del desengaño, no quiero convertirme en un ser despreciable, que vive consumida por el odio a sus semejantes producto de sus desmanes, quiero seguir siendo diferente, para entregar lo bueno de mi a los que amo, deseando la salud, la paz, la vida, el amor para todos.
Mi amado San Lázaro, en estos instantes, desbordo mi dolor y todo el enojo, junto a mi decepción en estas letras, buscando la calma, para no dejarme llevar por la penumbra de los pensamientos negativos, que puedan dar pasos a actos imperdonables.
Contemplo el horizonte, alzo la mirada a las estrellas, extiendo los brazos, te llamo y te hablo padre, somos tierra, somos agua, somos aire, somos fuego, nos vamos tal como alumbramos, desnudos, sin nada, la vida tiene múltiples razones y causas inescrutables, diferentes para todos, quizás misiones, quizás sufrimiento, quizás abrir los caminos a los que siguen.
Sin embargo, todos coincidimos en algo, que al menos por una vez en el corto estado de tiempo que transitamos en la tierra, nos es imprescindible estabilidad, compensación y armonía, aunque está sea mínima, para sobrevivir en la hermosa e intrincada existencia.
Querido padre, he sido bendecida por tus manos que levantan, por tu cobijo que abriga, de tu luz que irradia en las cavernas, escuchada por ti en cada llamada de auxilio, difíciles han sido los últimos tiempos, hay cargas pesadas, dolores profundos superados con grandes esfuerzos, imponiendo voluntad.
Querido padre, he sido bendecida por tus manos que levantan, por tu cobijo que abriga, de tu luz que irradia en las cavernas, escuchada por ti en cada llamada de auxilio, difíciles han sido los últimos tiempos, hay cargas pesadas, dolores profundos superados con grandes esfuerzos, imponiendo voluntad.
Sin ti, no hubiera sido posible, te agradezco por todo, te escucho y trato de leer la expresión de tu santa cara, para seguir tus señales de manera correcta o de la manera que las percibo, con el respeto que meritas y la credibiliad que no se traiciona, no pido mucho, solamente, un respiro para continuar, para mi, para los que amo, para todos aquellos que envías, con las manos extendidas, buscando las mías, para aferrarse en tu nombre, para aliviar su pesar, compartir el pan y el alma tratar de sanar.
Babalú Aye, te dedico y comparto esta plegaria, con el afligido y todos aquellos, que con respeto, crean y confíen en tu benevolencia.
Con estas sencillas letras en rezo, recibo tu paz, reafirmo mi fe, abrazo tu manto amparador, te doy gracias, amén..
.NDM.