Sentada frente al mar,
bajo agradable sombra,
pienso en ti,
le digo a mi silencio interior,
que el viento te lleve mis pensamientos,
cruzando el océano,
hasta el lugar donde te encuentras,
haciéndote llegar mis sensaciones.
le digo a mi silencio interior,
que el viento te lleve mis pensamientos,
cruzando el océano,
hasta el lugar donde te encuentras,
haciéndote llegar mis sensaciones.
Sabes,
la mar está en calma,
la mar está en calma,
sus aguas,
tienen hoy,
un color azul celeste,
y su marea baja,
completamente cristalina,
el cielo despejado,
lleno de nubes blancas,
lleno de nubes blancas,
no hay formas visibles en ellas,
son como copos de nieve,
desperdigados por el cielo.
desperdigados por el cielo.
Los molinos de viento,
mueven sus aspas ligeramente,
como si fueran a detenerse,
pero no lo hacen,
pero no lo hacen,
así como,
hacemos el amor
hacemos el amor
y tomamos un respiro,
continuando unidos,
uno dentro del otro en silencio,
con la respiración entrecortada.
con la respiración entrecortada.
Estoy embriagada de sofocos,
de deseos,
siento que el mar,
conoce mi inquietud,
conoce mi inquietud,
porque en unos instantes,
me entrega su aire fresco,
lo agradezco,
necesito mitigar los instintos
y ordenar el volcán de mis ideas.
Trato de alejar,
tu imagen de mi mente,
tu imagen de mi mente,
pero tus palabras hacia mi,
se atiborran en ella,
la mar dice,
que deseo escuchar,
que deseo escuchar,
el timbre de tu voz,
así como escucho ahora,
las diminutas olas golpear las rocas,
son como melodía suave,
que aumenta con la fuerza del viento.
Le cuento a la mar,
que deseo,
sumergirme en sus aguas contigo,
sumergirme en sus aguas contigo,
en la próxima luna llena,
tú y yo,
besándonos,
fusionados uno en el otro,
sin necesidad de movimientos,
el suave oleaje,
que nos brinda la mar,
nos ofrecerá,
como tantas veces,
como tantas veces,
su armonioso balanceo,
hasta llegar,
a la plenitud cálida,
que se une con la mar..
hasta llegar,
a la plenitud cálida,
que se une con la mar..