Se escucha un ruiseñor,
cantado a lo lejos,
su canto era melodioso,
lleno de ternura,
repitiendo el estribillo,
¡corazón!, ¡mi amor!..
Su canto, comenzó distante,
hasta que se torno cercano,
su letra,
con tanta dulzura,
estremecía el cuerpo,
erizaba la piel.
El llamado del apareo,
hacía sentir,
ansiosa y sedienta a su hembra,
ansiosa y sedienta a su hembra,
¡canta ruiseñor!, ¡susurra corazón!,
tu hembra, te dará su amor,
bebamos los dos del mutuo río,
hasta saciar la sed.
Los ruiseñores cantan juntos,
en dulzura inusitada,
ella le pide en su canto,
que le permita la entrada ,
al frondoso árbol que es su morada,
el le pide,
beber juntos del mismo río..
beber juntos del mismo río..
No dejes de cantar ruiseñor,
entrega tu amor en tu música,
para que no cese el contoneo,
ni siquiera en el reposo,
tus trinos llegan con fuerza,
susurra y repite,
¡corazón!, ella,
acudirá en vuelo raudo,
hacia ti..
hacia ti..
Los dos ruiseñores,
se aman a escondidas,
se aman a escondidas,
el macho atrae a su hembra,
solo para él,
deseando que el trinar,
no deje de sonar,
no dejes que escape,
tu hembra del nido,
porque entonces volará.
La hembra del ruiseñor,
está embelesada,
con la dulzura de sus baladas,
de maravillosas tonadas,
ambos trinan con fuerza,
nada tan excitante,
para ambos,
como su unísono canto,
para ambos,
como su unísono canto,
en su copular,
declarando su amor,
declarando su amor,
en su atractivo encanto de la seducción..
..NDM..