Despierto,
de ese sopor inconsciente,
de noches, meses,
años,
despertar de sueños profundos,
de imágenes borrosas,
de un rostro,
y recuerdos.
Resucitó,
de un reposo mental tedioso,
de un reposo mental tedioso,
donde permití a la compañía,
pasar de largo, sin ser un lujo.
Reaccionó,
de un sueño encantado,
como las mil y una noche,
de una historia de amor,
que solo ví,
como luz en el camino
y estrellas de deseos.
Espabilo abruptamente,
de la fantasía que se llama amor,
de mi ideal perfecto,
y besos de un solo sabor,
de las virtudes que sobre valore
y los defectos que no distinguí,
por tanto amor,
de nubes perfectas.
Reaccionó,
ante el estupor en hibernación,
de mi razón lúcida
y corazón embriagado,
ante ese lado tuyo,
que no sabía
y todos llevamos,
que causa sorpresa,
pero no tristeza.
Despierto,
de ese hibernar catatónico,
de mi embeleso,
Despierto,
de ese hibernar catatónico,
de mi embeleso,
para ver tus maneras,
y darte un lugar,
en el olimpo de mis equívocos,
comprendiendo,
que toda historia de amor,
es fugaz como una estrella,
profunda como un sueño
y veloz como toda biografía.
y darte un lugar,
en el olimpo de mis equívocos,
comprendiendo,
que toda historia de amor,
es fugaz como una estrella,
profunda como un sueño
y veloz como toda biografía.
NDM.