Duelen,
duelen las contusiones,
que el cuerpo se lleva,
se arruga el entrecejo,
cuando acumula,
conflictos y años,
llueve
y bajo la lluvia,
los males mitigan,
así como el polvo se interrumpe,
aunque todo dure,
el suspiro que nos permite la lluvia..
Comienza a caer la lluvia,
agua del cielo,
que se precipita lentamente,
agua no avisada,
que sorprende a todos en las calles,
muchos apuran el paso,
para cubrirse,
maldiciendo o riendo,
de la llovizna que no se anuncia
y cae cuando le place..
Ella,
continúa su andar,
bajo el chaparrón sin inmutarse,
aminora su marcha,
hasta quedar su ropa transparente,
su cabello y cuerpo empapado,
por un instante agradece,
las caricias suaves de la lluvia
percibiendo el cambio corporal,
erizando su piel..
La lluvia le causa,
sensación de vitalidad,
su sonido discontinuo,
tiene un tono que relaja,
siempre que un relámpago,
no se inmiscuya,
le encanta el olor a tierra mojada,
un aroma breve, ligero,
una química natural,
entre barro, flores y agua,
que solo entrega la lluvia,
cuando sus nubes no están enojadas..
Continúa cayendo,
lluvia fina, limpia, fresca,
agua de las nubes,
humedeciendo la tierra sin enfado,
llueve,
y no se resguarda,
alzando su rostro al cielo,
para que el agua pura,
le tonifique el rostro,
aunque no cure males,
siente,
como el líquido blanco,
quita pesadumbre ..
Bajo la lluvia,
la que ve caer desde cubierto,
o aquella que le sorprende,
a la intemperie,
le causa largos suspiros,
suspiros y lágrimas,
tranquilidad o nostalgia,
haciéndole pensar,
en la vida dichosa,
que va de prisa y nos marchita,
en el sexo que apetece
y en el amor que dura,
como temporada de lluvias..
LLueve,
pero la lluvia siempre termina,
aunque llegue,
apaciguar calamidades,
o a causar estragos sin mirar dónde,
llueve a cántaros,
en cristales blancos cubriendo todo,
bajo la lluvia,
nos desnudamos entre besos,
nos abrazamos en silencio,
lloramos cada herida,
retomamos los recuerdos,
hasta que la lluvia se detiene
y las nubes grises se marchan.
.NDM.